La entrevista que hemos podido ver esta noche en directo en
Antena 3 al ex presidente del Gobierno José María Aznar yo la describiría con
una sencilla frase: “el que calla otorga”. Desde el punto de vista
periodístico, ha sido demasiado corta y pésima por la poca consistencia de las
preguntas y la influenciabilidad y poca personalidad de los invitados, sobre
todo del señor Marhuenda, lo que detallaré más adelante.
El que calla otorga, toma 1. Se le pregunta a Aznar por los
sobresueldos en el Partido Popular, los famosos papeles de Bárcenas y los
sobres. El ex dirigente del PP se debió de quedar únicamente con la primera
pregunta de si había cobrado o no sobresueldos en dinero negro, porque tras
preguntarle si tenía conocimiento de estas prácticas en el seno del partido
durante su mandato, seguía afirmando una y otra vez que ÉL NO había recibido
dinero B. Se limitó entonces a encubrir el hecho de que otros en el PP sí lo
hubiera hecho.
Una de las principales armas políticas es, además, escurrir
el bulto y pasárselo a otra persona. El ataque al grupo Prisa ha resultado de
una gratuidad galopante. A mí, personalmente, me pareció una amenaza en toda
regla el hecho de que hiciera hincapié en una presunta “quiebra” de este grupo
de comunicación tras unas supuestas futuras “penas” de la Justicia por
injurias. ¿Trataba el señor Aznar de decirle algo al grupo Prisa? ¿Tal vez que
tenga cuidado con la mano negra que también expulsó a Baltasar Garzón de este
país y del ejercicio de su cargo como Juez de la Audiencia Nacional? Veremos en
qué acaba todo esto. No sólo eso, sino que también acusó al grupo de haber
pretendido que el PP dejara de gobernar cuando Aznar ganó las elecciones que le
convirtieron en presidente del Gobierno. Una cosa es desprestigiar y otra es
echar del poder. Que yo sepa los medios de comunicación carecen de esas dotes
y, si esto fuera posible, le puedo asegurar a este señor que Rajoy ya no
viviría en la Moncloa.
Esto ya no es que guarde silencio o no, esto ya es una
pillada monumental. Resulta que al ser preguntado por los regalos de
iluminación por parte de la trama Gürtel en la boda de su hija, José María
Aznar dice “eso es mentira, no se hicieron esos regalos, ¿de dónde sale esa
información?”. ¿Acaso no te has preparado bien la entrevista? ¿No sabías que
iban a preguntarte por eso? ¿Alguien me puede explicar por qué tanto su yerno,
Alejandro Agag, como su esposa, Ana Botella, reconocen los regalos, aunque
admiten que sólo fueron eso, regalos? Y ahora nos viene con que son mentira.
Creo que me he perdido algo.
Obviamente el tema crisis tenía que salir y, de nuevo
estrategia política en ristre, escurrimos el bulto. Ahora resulta que la
crisis, según Aznar, se generó en la etapa de la Transición a la Democracia por
los Nacionalismos y parte de la izquierda española. Parece ser que de nuevo la
burbuja inmobiliaria que se produjo bajo su mandato no tuvo nada que ver.
Continuemos.
La única parte de la entrevista en la que dijo la verdad fue
cuando criticó los recortes de Rajoy. Habló de lo necesaria que sería una
reforma fiscal inminente, con bajada de impuestos incluida. Esperamos que
Mariano estuviera viendo la entrevista, ya que, por lo visto, hablar no hablan
mucho, según Aznar porque Rajoy no quiere.
De todas formas, en este punto eché mucho de menos el que le preguntaran
qué opinaba del sometimiento a Europa y, más en concreto, a Angela Merkel.
El que calla otorga, toma 2. Aquí se me puso la carne de
gallina y un escalofrío recorrió mi cuerpo. Dejó la puerta abierta a su vuelta
a la política tras criticar las reformas de Rajoy. Me carcajeo sólo con
escuchar esa frase lapidaria de “cuando entré en el Gobierno había 12 millones
de personas trabajando y cuando salí, había 18 millones”. Muy bien señor Aznar,
tal vez algo tuvo que ver la burbuja inmobiliaria, antes mencionada. Habrá que
volver a la especulación y a vivir por encima de nuestras posibilidades para
generar empleo, que es el plan que ha tenido usted siempre. Pan para hoy,
hambre para mañana. Lo que más gracia me hizo fue cuando, hablando del desempleo,
habló de “sensibilidad”. Ignoraba que la clase política tuviera de eso.
No sólo calló con si volvería o no a la política, sino que
también lo hizo cuando se le preguntó si confiaba aún en Rajoy. Afirmó no
arrepentirse de sus decisiones pero eludió la pregunta con una maestría sagaz.
Al igual que no contestó cuando se le preguntó si hablaba o no con el Rey.
Conclusiones: Habla con el Rey (lo que daría por saber de qué) y no, no confía
en Rajoy. Por su cara, creo que tiene incluso ganas de echarle a patadas de la
Moncloa, pero eso quedaría muy feo decirlo públicamente y menos en prime time.
Lo prometido es deuda y sólo me queda terminar con el
impresentable de Marhuenda, que parecía el típico sirviente del malo de la
película: besa el suelo por donde pisa el amo y le ríe las maldades, sean
cuales sean. No entiendo como un pelele como él puede dirigir un diario de
tirada nacional. En su primera pregunta a Aznar, Gloria Lomana (también, qué
poca vergüenza), le corrigió asegurando que lo que le preguntaba ya lo había
explicado en otra ocasión. Fijaros, si tenéis estómago para volver a ver la
entrevista, en la siguiente vez que le toca preguntar: tras finalizar la
cuestión, mira de reojo a Lomana, como con miedo de haberlo hecho mal. Si
Gloria le hubiera lanzado un caramelo en señal de aprobación, hubiera sido lo
más acertado. En cuanto a esta señora, directora de informativos de Antena 3,
sólo me resta decir que lo único que le faltaba era disculparse con Aznar
porque la gente quisiera hacerle preguntas comprometidas. Oh perdón, en
realidad lo hizo. Y para no tener que pasar por el mal trago de cuestionárselas
ella misma, se las imprimió en un taco de folios y se las entregó. Españoles,
os animo a vigilar los contenedores azules en busca de un taco de folios que
acabó abandonado a su suerte y que recoge las ideas y los sentimientos de los
ciudadanos de este país. Porque para esta gentuza lo que el resto de nosotros
pensemos, incluidas estas líneas que acabo de redactar, no son más que basura.
Buenas noches.